¿Sabes cómo se vive un conflicto dentro de un proceso de mediación? Cuando se habla de un proceso mediación hay que hacerlo, inevitablemente, de todas las emociones y sensaciones que ésta nos provoca y que se van sucediendo a medida que el procedimiento avanza. El diálogo, la comunicación, la escucha son acciones intrínsecas a la mediación pero que predisponen a salir de la zona de litigio para buscar La Paz y el acuerdo. Y eso significa que hay ciertos aspectos que vamos a oír y mucho Durante todo el proceso.

Te exponemos los más habituales:

Empatía → Uno de los términos que más utilizamos y que quizás, más nos cuesta comprender. La empatía es la capacidad de una persona para comprender las emociones de otra, lo que viene a ser:
ponerse en el lugar del otro. Esta habilidad es muy importante tanto en los mediadores
como para las partes implicadas en el proceso de mediación.

Empoderamiento (“empowerment”) → El mediador la utiliza para revalorizar la valía de las partes y su capacidad de afrontar y resolver problemas, elevando su papel a protagonista en la resolución de su problema. Al final, lo que se busca es que las partes ganen mayor claridad sobre sus objetivos, recursos, opciones, etc., y sean conscientes de su capacidad para el cambio.

¿Cómo se vive un conflicto desde dentro de la mediación?

Escalada del conflicto → Obviamente los conflictos evolucionan y en ese proceso el conflicto entre las partes puede ir aumentando de manera progresiva. La escalada del conflicto pasa por distintas fases en las que se va agravando la confrontación.

Escucha activa → ¡Esa gran quimera! La habilidad de escuchar con conciencia plena el mensaje del interlocutor, no sólo lo que está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo, de manera empática.

Flexibilidad → característica fundamental de la mediación. El proceso de mediación debe ser flexible para poder adaptarse a las circunstancias concretas del caso y de los sujetos. Las pautas a seguir se convienen por el mediador y las partes al inicio del proceso, y son las partes las que llevan el ritmo de la mediación y quiénes deciden qué puntos conflictivos tratar.

Gestión de conflictos → proceso que no se centra tanto en solucionar el problema, si no que consiste en aportar estrategias y métodos que ayuden a las partes en conflicto a establecer una comunicación constructiva para llegar juntas a una solución al problema. Hace referencia a la comprensión y superación de la situación conflictiva.

Imparcialidad → uno de los principios sobre el cual se basa la mediación. Hace alusión al mediador, que debe ser imparcial respecto de las partes. Es decir, no debe tomar partido por ninguna de ellas y debe tratarlas en igualdad en el marco del proceso de mediación.

Intereses → Es lo que deseamos: el “para qué” queremos algo. Se trata de las necesidades, inquietudes y expectativas de cada parte que suelen ser lo que genera malestar en ellas.

Aqui puedes ver más términos asociados a la mediación

Y todos estos aspectos están presentes independientemente del tipo de mediación que realicemos. De hecho, existen tres escuelas de mediación: Harvard, Circular-Narrativa o Transformativa. El mediador suele escoger una de ellas dependiendo de su forma de hacer y del tipo de conflicto, para abordar así el proceso de resolución de conflictos.

¿Quieres saber más sobre la terminología de la mediación? Mira aquí la primera parte del glosario de mediación para descubrir los términos antes de entrar en un proceso de mediación.